Definamos como Nicho de Mercado la parte o segmento del mismo, con características más o menos homogéneas, pero que no está siendo atendido por los oferentes de la categoría que podria satisfacer su o sus necesidades relacionadas con esa categoría.
En ocasiones, la categoría no existe y entonces se abre la oportunidad de crearla, ya detectada la necesidad o necesidades al respecto, pudiendo incluso iniciar una Estrategia de Océano Azul (discutido en otro post de este blog).
Este tipo de segmentación particular, no se define en función de características sociodemogáficas principalmente, sino más bien, se basa en estilos de vida y es para mí un claro ejemplo de que ya estamos en lo que llamo la Terecera Generación del Marketing, esto es una sociología del mercado.
Existen diversos Nichos de Mercado en México, sin embargo quisiera analizar uno que se ha ido desarrollando particularmente en las grandes ciudades de nuestro país y que en particular concentra a su vez a otros nichos.
Es un Nicho de Mercado compuesto a su vez por nichos como el de los DINKS (Double Income No Kids), parejas no necesariamente casadas que han decidido no tener hijos y que metaconscientemente los sustituyen con mascotas, preferentemente perros.
Tenemos al Grey Market o Mercado del pelo gris; son parejas con el Nido Vacío o Semivacío, esto es, familias tradicionales con uno o más hijos, donde éstos crecieron y ya no viven con sus padres y estos últimos los sustituyen por perros.
Tenemos también a los Hogares Unipersonales, según INEGI 8% de los hogares en México en 2010, que son personas que han decidido vivir solas y de forma independiente en un departamento o casa unifamiliar y que ante la necesidad de compañía, adoptan a un perro o varios para satisfacerla.
También entran como candidatos a conformar este Nicho de Mercado las personas pertenecientes al Pink Market, esto es, los individuos que tienen preferencia homosexual; considerando ambos géneros actualmente se estima abiertamente a un 6% de la población total. Sin embargo, derivado de varios estudios, podemos estimar en realidad al menos 10% del total de la población en México en este Nicho. Dentro de este nicho podemos enontrar parejas DINKS así como hogares unipersonales.
Y desde luego están los Hogares Tradicionales (Mamá, Papá e hijos de 0 a 12 años) que también tienen mascotas en sus hogares y representan, según INEGI el 48% de los hogares en México, pero que para 2050 sólo serán el 37%. Asímismo podemos incorporar a los Hogares con Jefas de Familia que actualmente representan el 24% y también pueden tener perros.
Estos Perrohijos son tratados con cuidados que han permitido desarrollar toda una industria que crece día con día; es una categoría que va desde alimentos, ropa, juguetes hasta accesorios y servicios de esparcimiento, spas, restaurantes y hospedaje.
Las tiendas de autoservicio han creado lo que ellos llaman "Universos" como el de Bebés, donde encontramos, por ejemplo: pañales, lineas "Baby Care", accesorios, revistas, ropa, etc.; de igual forma ya existen "Universos" para las mascotas.
1. Dejan de hacer actividades por estar más tiempo con sus mascotas (viajes, horas de trabajo, etc.).
2. Les gusta comprarles ropa y accesorios.
3. Registran ansiedad por separación.
4. Las personas humanizan a sus perros y tratan de darles siempre más.
5. Hacen participar a sus perros en redes sociales a través de fotos.
6. En algunos casos asisten a restaurantes y/o hoteles junto con sus mascotas.
7. Realizan viajes, incluso aéreos con sus perros.
Esta estrecha relación no sólo se justifica por la búsqueda de satisfacer la necesidad de cariño y compañía en una sociedad que, como dice Zygmunt Bauman, prevale el amor líquido y la falta de compromiso. Sin embargo, esta estrecha relación no sólo se da por motivos emotivos, existen códigos culturales y simbólicos que, en ocasiones son ancestrales, las razas de perros que ya pasan de mil, en su gran mayoría han sido desarrolladas por el hombre.
Según algunos psicólogos, los perros son una forma de obtener cariño incondicional sin tener que hacer grandes sacrificios ni renunciar a su estilo de vida actual. Una verbalización de un participante de un grupo de enfoque resume todo lo dicho:
“…Un hijo te cambia el estilo de vida, un perro no…”.
Una mascota permite que des cosas y cariño, al tiempo que se convierten en un vehículo de socialización y sin compromisos.